domingo, 6 de febrero de 2011
lunes, 24 de enero de 2011
viernes, 29 de octubre de 2010
1922 - 28 de Octubre - 2010
martes, 27 de julio de 2010
Hace unos días el pueblo decidió congregarse en una manifestación a favor de la concepción tradicional de la familia, en respuesta al intento de los legisladores progresistas por legalizar el 'matrimonio entre personas del mismo sexo', como lo llaman ahora, subvirtiendo así el orden tradicional y los valores fundacionales de la República Argentina, en pos de una igualdad ficticia. Dicha manifestación, como era de esperarse, fue ignorada por los legisladores que en vez de buscar lo mejor para el pueblo, buscan lo complaciente para asegurar votos y tiempo para multiplicar sus patrimonios aún más.
Ya no se trata de planes sociales ni de fútbol para todos, ahora buscan atacar, destruir y humillar a los que aún creen, como nosotros, que el matrimonio debe ser entre el hombre y la mujer, la única forma en que se puede formar una familia, que es la célula básica de la sociedad y pilar fundamental de la misma. Todo forma parte de un pack de leyes y medidas tan populistas como cortoplacistas. Regalan plata sin crear trabajo, fútbol y televisión digital gratuita para mantener al pueblo distraído, y el matrimonio gay que vendría a ser una patada llena de resentimiento y odio contra el cuerpo debilitado de la Iglesia Católica, para regocijo de todos los troscos admiradores del ERP y de los 'montos' que pululan hoy día [obviemos la incongruencia de la izquierda local, ya que tanto montoneros como ERP rechazaban la homosexualidad, al igual que todos los regímenes comunistas militaristas que inspiraron, entrenaron y financiarion al comunismo local, caso de Cuba y en su momento la Unión Soviética].
Como era de esperar, la manifestación fue desoída por los legisladores, cansados ya de alentar la decadencia y las perversiones, la ley ya fue aprobada y ya hay fechas para los 'nuevos matrimonios'. Pero la manifestación no fue en vano. Fue un orgullo enorme ver Argentinos de todas las edades que no absorven la propaganda decadente e 'inclusiva' con la que todos somos bombardeados desde la televisión y otros medios de comunicación. Eso nos recuerda que todavía existen Argentinos orgullosos de lo que son, los cuales mantienen vivo un ápice de esperanza. Sólo con ellos se podrá reconstruir el conjunto de ruinas que nos están dejando bajo el nombre de Argentina.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Los camaradas de todos los fascios que se congregan bajo el estandarte Squadrista nos reunimos el pasado 9 de mayo para conmemorar al Camarada Marcelo Scalera, fallecido luego de un combate contra la lacra marxista en el Parque Rivadavia y diez días de agonía.
Su memoria sigue intacta tanto en quienes lo conocieron como en los más jóvenes, y todos lo recordamos levantando nuestro brazo derecho en su honor y bajo el grito viril de MARCELO SCALERA PRESENTE!!
Luego del acto en donde descansan sus restos, el acto continuó en un local cerrado donde la oratoria continuó y se cerró la jornada con un set de baladas.
miércoles, 24 de febrero de 2010
jueves, 28 de enero de 2010
Ni Zurdo Ni Liberal
El capitalismo es al paradigma económico de occidente desde hace varios siglos, y desde hace ya unas décadas también los países orientales cayeron rendidos a sus pies, pero la forma del capitalismo fue mutando, haciéndose cada vez más invasivo: Los países ya no son dueños de sus propias economías sino que están supeditados a lo que dicte un organismo superior.
Por otro lado, a mediados del siglo XIX un hebreo delirante llamado Karl Marx escribió una teoría económica que trataba de denunciar las flaquezas, ya en 1860 muy visibles, del sistema capitalista. Dicha teoría, grosso modo, decía que los dueños de los medios de producción "robaban" a los trabajadores, ya que sin éstos, la producción no sería posible. Pese a lo ridícula que puede sonar esa teoría, tuvo una gran aceptación entre los trabajadores. Las consecuencias de esta teoría disparatada fueron terribles.
Por un lado los trabajadores (proletarios) comenzaron a ver como enemigos, como causantes de sus penurias, a los empleadores (los capitalistas) y reaccionaron contra ellos, encontrando en el Marxismo y las banderas rojas un estandarte de lucha contra la clase que, veían ellos, los oprimía. A su vez los empleadores comenzaron a ver en los levantamientos obreros su posible ruina.
La semilla del conflicto social plantada por el marxismo dio una cosecha extraordinaria en materia de odio entre hermanos, entre el obrero y el patrón. Nace una ruptura en el sentimiento nacional del pueblo.
El bien de la nación pasó así a un segundo plano frente a los intereses mezquinos de cada actor en la "lucha de clases", los obreros quieren adueñarse de los medios de producción y los patrones reaccionan con una contraofensiva igualmente violenta, aumentando las condiciones subhumanas en los empleos. Como siempre aparece la figura del círculo vicioso, ya que peores condiciones producen levantamientos más violentos.
La única forma de superar estos conflictos "de clase" parece ser entonces la restauración de los sentimientos nacionales en el pueblo y una consecuente conciliación de clases. El fascismo desde su nacimiento por la década del '20 abogó por una serie de reformas laborales, luego plasmadas por el mismo Mussolini en su "carta del Trabajo", redactada en Abril de 1927. En ella se detallan punto por punto los derechos que el Estado Fascista garantizaba a los trabajadores de Italia. Dichas garantías eran en ese momento inexistentes en todas las democracias del mundo e incluso en la "dictadura del proletariado" de la Unión Soviética —que lejos de, como tal, mejorar las condiciones de los trabajadores de Rusia, provocó por esos mismos años y de forma intencionada la muerte de hambre de millones de campesinos con los embargos en el sector rural— y así, otrora inexistentes, hoy son fundamentales en cualquier país que se pueda jactar de desarrollado. Pero aunque estas medidas hayan sido implementadas, son sólo una pequeña parte de los beneficios que obtuvieron los trabajadores del Estado Corporativo que las cobijaba. No en vano podemos afirmar que la época dorada del trabajador fue fascista.